miércoles, 6 de enero de 2010

LeuCeMiA





QUE ES
Cuando las células sanguíneas inmaduras (los blastos) proliferan, es decir, se reproducen de manera incontrolada en la médula ósea y se acumulan tanto ahí como en la sangre, logran reemplazar a las células normales. A esta proliferación incontrolada se le denomina leucemia.






CAUSAS

La causa de la leucemia se desconoce en la mayoría de los casos. Sin embargo, está demostrado que no es un padecimiento hereditario o contagioso. La mayor parte de las veces se presenta en niños previamente sanos. Por tratarse de una proliferación de células inmaduras y anormales en la sangre, a la leucemia se le considera un "cáncer de la sangre".


SINTOMAS
Los primeros síntomas son cansancio, falta de apetito o fiebre intermitente. A medida que la afección avanza aparece dolor en los huesos, como resultado de la multiplicación de las células leucémicas en el sistema óseo. También aparece anemia, cuyas características son palidez, cansancio y poca tolerancia al ejercicio, fruto de la disminución de glóbulos rojos.



Asimismo, la reducción del número de plaquetas provoca hemorragias esporádicas y la aparición de manchas en la piel (petequias) o grandes hematomas, a consecuencia de hemorragia causada por golpes leves. Además, pueden presentarse hemorragias a través de nariz, boca o recto. Una de las hemorragias más graves es la que se presenta a nivel cerebro, la cual puede ocurrir si el número de plaquetas desciende en forma severa. Otra posible consecuencia es la baja en el número de glóbulos blancos (leucocitos), situación que repercute en las defensas del niño contra las infecciones.



TIPOS DE LEUCEMIA



Existen cuatro tipos principales de leucemia, denominados en función de la velocidad de progresión y del tipo de glóbulo blanco al que afectan. Las leucemias agudas progresan rápidamente; las leucemias crónicas se desarrollan de forma lenta. Las leucemias linfáticas afectan a los linfocitos; las leucemias mieloides (mielocíticas) afectan a los mielocitos. Los mielocitos se transforman en granulocitos, otra manera de denominar a los neutrófilos







DIAGNOSTICO

El médico le preguntará acerca de sus síntomas e historial clínico, y le realizará un examen físico. Él revisará la presencia de inflamación del hígado, bazo, o nódulos linfáticos en las axilas, ingle, y cuello.

Exámenes podrían incluir:



Exámenes Sanguíneos - para revisar la presencia de células de leucemia en la sangre. Se podrían realizar otros exámenes sanguíneos para valorar la presencia de genes específicos asociados con la leucemia.

Aspiración de Médula Ósea - retiro de una muestra de médula ósea líquida para examinar células cancerosas

Biopsia de Médula Ósea - retiro de médula ósea líquida y una pequeña pieza de hueso para examinar células cancerosas

Si la biopsia muestra células de leucemia, se podrían ordenar exámenes adicionales para determinar si la enfermedad se ha propagado y cuáles sistemas están afectados. La clasificación en etapas de la leucemia depende del tipo de leucemia. Exámenes podrían incluir:

Punción Lumbar (Punción Espinal) - retiro de una pequeña cantidad de líquido que rodea al cerebro y médula espinal para examinar células cancerosas

Radiografías de tórax - placas del pecho que podrían detectar señales de cáncer en el pecho

Las leucemias agudas son agresivas desde el principio, pero las leucemias crónicas tienen un transcurso más prolongado y más indolente. Con el paso del tiempo, podrían desarrollar características más agresivas a medida que las células que conforman la leucemia se vuelven más inmaduras. Como consecuencia, las leucemias crónicas se clasifican no sólo por tipo sino también por la fase en la cual está la enfermedad en ese momento.

Leucemia Mielógena Crónica se agrupa por tres fases generales:

Crónica, con pocas células inmaduras, síntomas leves, por lo general responde a tratamiento
Acelerada, con menos de 30% de blastos, algunos síntomas (p.e., fiebre, poco apetito y pérdida de peso), no responde tanto a tratamiento
Blástica, con más de 30% de blastos

En los Estados Unidos, la Leucemia Linfocítica Crónica (CLL) usa una clasificación de Rai para describir las fases de la enfermedad:


Etapa Rai 0, con bajo riesgo, con un conteo elevado de linfocitos sanguíneos
Etapa Rai 1, con riesgo intermedio, con un conteo elevado de linfocitos sanguíneos y nódulos linfáticos agrandados
Etapa Rai 2, con riesgo intermedio, con un conteo elevado de linfocitos sanguíneos y un bazo o hígado agrandados
Etapa Rai 3, con alto riesgo, con un conteo elevado de linfocitos sanguíneos y anemia
Etapa Rai 4, con alto riesgo, con un conteo elevado de linfocitos sanguíneos y conteo bajo de plaquetas
La leucemia aguda no se clasifica en etapas debido a que involucra a la médula ósea en todo el cuerpo y con frecuencia se ha propagado a otros órganos. Los médicos la clasifican por tipo y subtipo en un intento por determinar el pronóstico y un nivel recomendado de tratamiento.

Es difícil lograr el diagnóstico de la leucemia cuando ésta inicia, ya que sus primeros síntomas son parecidos a los de otras enfermedades típicas de la niñez. Estos síntomas son: cansancio, falta de apetito o fiebre intermitente. Es debido a esta situación que los padres suelen culparse por la demora en el diagnóstico, cuando incluso para el médico resulta complicado reconocer esta situación en su primera etapa.




TRATAMIENTO
El tratamiento recomendado en este tipo de padecimiento es la quimioterapia. En ésta se emplean diversos medicamentos especiales destinados a destruir las células leucémicas. Dicho tratamiento tiene tres fases: la de inducción a la remisión, la de consolidación y la de mantenimiento. En la fase de inducción a la remisión, cuya duración es de cuatro a cinco semanas, se intenta destruir la mayor cantidad de células malignas. Cuando ocurre la remisión, es decir el control temporal de la afección, el niño suele lucir normal, ya que los síntomas de la leucemia desaparecen. En ciertas ocasiones la remisión es apenas parcial, por esta razón algunos síntomas no desaparecen del todo. Sólo un pequeño porcentaje de los parientes no logra entrar en remisión. La fase de consolidación dura de dos a tres semanas, mientras que la de mantenimiento debe llevarse a cabo hasta completar tres años de tratamiento.